de Encarnación Sánchez Arenas
Biblioteca Provincial de Jaén 24 de noviembre de 2022
La palabra se eleva
saca sus dientes con ira
se subleva
y brota la poesía con sus ángeles
y sus demonios,
a cuestas.
Simón Zavala Guzmán
Confieso que cuando Encarnación me pidió que la acompañase esta tarde, me causó por una parte una ilusión reconfortante, al ver que confía en mí, pero por otra, cierta inquietud por el gran respeto que me inspira su intelecto, su categoría literaria, su incansable trabajo que lleva a cabo con una pertinaz y continua formación, en resumen, con ella y su poesía.
Los que estamos aquí sabemos que sólo en las páginas de un libro podemos encontrar lo sorprendente, lo insospechado, lo inefable, mientras ahí fuera, en las pantallas y en los semblantes inanimados muchas veces, vivimos intensos procesos de cosificación. Esta tarde me atrevo a afirmar que somos afortunados al encontrarnos con este libro y su autora, con su eminente inteligencia, su honestidad, sus reflexiones hondas, magnéticas, con una acertada rapsodia y siendo una verdadera malabarista de la palabra.
En este libro, podemos encontrar muchos ejemplos de lo que acabo de afirmar en Pasajero, Desvío o EL olmo, entre otros.
Desde hace mucho, estoy aprendiendo a ver tu persona mi estimada Encarnación y a leer en tus versos (no solo los escritos, también los que callas) una inmensa generosidad y entrega que va siguiendo un camino ordenado y muy eficiente. Te felicito y te admiro por ello.
Tu Caleidoscopio, traducido en versión bilingüe, que contiene un crisol de poemas métricamente perfectos, es una palabra que viene del griego compuesta de “kállos” que significa bello o hermoso, “eidos” forma o imagen y “Skopein” que significa ver. Simplificando: ver imágenes bellas y hermosas.
Según el diccionario de la Real Academia: instrumento óptico que consiste en un tubo con dos o tres espejos inclinados y cristales de colores en su concavidad, dispuestos de tal manera que si se mueve el tubo y se mira en su interior por uno de sus extremos, se pueden ver distintas figuras geométricas simétricas.
Y un segundo uso de la palabra caleidoscopio en la literatura es el de servir de analogía metafórica que permite comprender el funcionamiento de la percepción visual o de la imaginación humana, comprobando que nuestra mente también puede cambiar y variar entre la mente subconsciente, la sabiduría interior y el pensamiento que reflejamos en la emoción, la acción y la palabra.
Poemas a la altura de Las cosas, por ejemplo, entre muchos otros, ordenan esa emoción con una exquisita estética y podemos paladear unos versos cargados de contenido:
“Las cosas recitan memoria
una oración perturbada que perdone
la génesis de los comentarios
de la pareja con la que cohabitan”.
La sorprendente introducción al libro con el poema Sobre los complejos de madrastras, padrastros, divorciados o divorciadas, y sobre los muertos vivientes todavía de nuestras almas…me conmovió sobremanera al encontrarme con la triste perspectiva de la soledad, del abandono, el abismo y la clarividencia de una niña, mujer, persona, poeta, que intenta dialogar con un mundo impuesto por los que vivieron su vida sin apenas darse cuenta de la vulnerabilidad que dejan. Y aún me eriza la piel del corazón al releerlo.
Nuestra escritora utiliza metáforas poderosas y contundentes como en el poema Mis negativas. Tiernas, en Volveré. Llenas de hilaridad en La política. Desabridas como en Hiel. O solventadas como en el exquisito soneto Al primer amor.
Nuestra poeta nace en Fuensanta de Martos (Jaén). Es licenciada y doctora en filología árabe por las Universidades de Granada y de Sevilla. Traduce a poetas y novelistas árabes contemporáneas. Ha pertenecido a la Generación Subway de literatura. Es directora de la revista literaria virtual Penélope. Ha sido galardonada con el Premio Provincial de Poesía Federico Mayor Zaragoza en 2002 con su libro de poemas titulado Preguntas.
Ha publicado los libros de poesía Luz nítida, Pasamos por la vida, Séquito de ángeles y evocaciones, Caleidoscopio -que hoy nos congrega- y un cuadernillo poético de la revista Senda de los Huertos. Pendientes de publicación tiene los poemarios Requiebros populares y Poesía infantil. Los cuentos Los canteros de los primos Juanito y Carmela: el ecohuerto y Cuentos y poemas dedicados a Nasrudín. Ha sido finalista en varios concursos antológicos de poemas, micro-relatos o relatos y aforismos.
Miembro del Ateneo Blasco Ibáñez y de su Movimiento de Escritores Pro-derechos Humanos que le otorgó La Pluma de Oro y la Pluma de Plata en 2022. Miembro también del Ateneo de Córdoba y de la Asociación Café de Palabras. Asociada del Movimiento Humanismo Solidario y la Asociación Colegial de Escritores ACE-Andalucía y España. Colabora con el Centro Intercultural Hispano Árabe. Organiza y coordina el Festival Internacional de Poesía y Arte Grito de Mujer en Jaén. Colaboradora también del Grupo de Investigación Escritoras y Escrituras de la Universidad de Sevilla como investigadora. Es académica y delegada provincial en Jaén de la Academia Internacional de Ciencia, Tecnología, Humanidades y Educación de Valencia. Igualmente académica y delegada provincial en Jaén de la Academia Norteamericana de Literatura Moderna Internacional.
La mirada de nuestra autora, precisamente caleidoscópica me recuerda a Garcilaso en su duelo con la existencia y la angustia que le precede. Su palabra renace con un profundo sentido del dolor, con sensaciones de pérdida, vacío, incógnitas u olvido, o sencillamente con un pacto inefable de aceptación y criterio en una firme controversia de la esencia de su propio ser y la interioridad a la que nos trasfiere.
Me has enseñado Encarnación, que la poesía también abre y cierra círculos para levitar luego con su magia de alegorías, que es necesario mirarla desde un prisma refulgente donde descubrir honduras y albores elegantes y diferentes que trasgreden lo acostumbrado para quedar grabados en los anaqueles de la memoria y en las sístoles del corazón.
Este libro no puede dejarnos indiferentes, y es por eso que felicito a su autora y os invito a mirar desde vuestra alma, en sus múltiples cristales y geometrías.
Rocío Biedma
